sábado, 27 de diciembre de 2008

Ressenya del llibre d'Anselmo Stolz, Teologia de la mística




Laye, publicación de la Delegación de Educación Nacional, Mallorca, 278, Barcelona. Director: Eugenio Fuentes Martín. Nº 19, maig-juliol de 1952, pàgs. 68-70

jueves, 11 de diciembre de 2008

Francesc Arroyo. A la calle, que ya es hora (EL PAÍS, 11/12/200)
















Article de Francesc Arroyo, publicat a EL PAÍS de l'11 de desembre de 2008:



A la calle, que ya es hora


En la avenida Diagonal de Barcelona, frente al número 527, hay, desde ayer, una placa que recuerda que en ese edificio vivió Manuel Sacristán (Madrid, 1925-Barcelona, 1985). Puede allí leerse que fue "pensador marxista" además de "profesor y traductor". Y fue todo eso y mucho más. Por ejemplo: dirigente del PSUC en la clandestinidad. Incluso podría decirse que, pese a haber sido apartado de la docencia universitaria, su influencia es de las más potentes entre la intelectualidad catalana y española de la segunda mitad del siglo XX. Intelectualidad de izquierdas porque, si se ha de hacer caso a Simone de Beauvoir, no puede haber intelectuales de derechas porque el pensamiento o es crítico o no es. ¡Dios, que antiguo suena y, sin embargo, con cuánta carga de esperanza!La placa está en la calle porque la dueña del edificio donde Sacristán residió entre 1945 y 1957 y desde 1970 hasta su muerte, en 1985, se negó en redondo a que en su propiedad se recordara a alguien que, entre otras cosas, cuestionó el derecho perenne a la propiedad. De los asistentes, prefiguración de futuro, nadie recordaba el nombre de la dama.


En el acto intervinieron la hija del filósofo, Vera Sacristán, y el profesor de Economía Enric Tello. La primera recordó que si a su padre alguien le hubiera hablado de poner una placa, habría reaccionado como la propietaria: negándose. "A Manolo estas cosas no le iban y nos hubiera enviado a freír espárragos" (dicho en catalán, pastar fang). Gracias a gente "tan poco sociable" como la propietaria, siguió, se ha puesto en la acera, un espacio que usa la gente, más vivo que la fachada frente a la que se apostaban los empleados de la policía de la brigada político-social para memorizar la jeta de cualquier sospechoso que visitara la casa sin pertenecer a la propiedad.



Cuando a Manuel Sacristán lo echaron los franquistas de la Universidad, porque el franquismo no podía digerir la inteligencia y prefería el "viva la muerte" de Millán Astray, un colega (no confundir con compañero ni, menos, amigo), profesor también de Filosofía (tampoco habrá que confundir esto con filósofo), se ofreció a sustituirle. Los alumnos vieron claramente la impostura y recibieron al impostor con abucheos. Éste se arrodilló ante la turba y exclamó: "A Cristo también lo crucificaron". Así era la Universidad que no quiso a Sacristán y que le obligó a ejercer la docencia en casa, en las charlas, desde la traducción o el trabajo editorial, no siempre a la luz del día. Por ejemplo, recordó ayer la concejal Imma Mayol (quien se ha batido el cobre para conseguir espacio público para el homenaje), dirigió la revista clandestina del PSUC Nous Horitzons. Logró sacar a la calle 15 números en cinco años. Contaba, eso sí, con un consejo de redacción formado por Xavier Folch, Josep Fontana, Francesc Vallverdú y Josep Termes, Manuel Sacristán pertenece a quienes ayer estuvieron presentes en el homenaje, gentes que pueden parecer derrotadas por el presente, pero que no se arredran ni se rinden. Saben que, aunque la derecha haya impuesto la especie de que sólo este mundo injusto es posible, cabe la transformación social, fruto de la acción humana.



Sacristán traducía las tesis del lógico Willard van Orman Quine sobre mundos posibles con la mirada puesta en el mundo real para transformarlo. Sufría la injusticia, la desigualdad social, desde el convencimiento de que puede ser reducida y, por qué no, eliminada de la Tierra. Y no sólo eso, sino que es una obligación moral contribuir a su supresión lo antes posible. ¡Ahí es nada como programa político de izquierdas!



Ayer se recordó también su percepción precursora del ecologismo. Pero difícilmente se hubiera apuntado él al ecosocialismo. Quizás hubiera preferido llamarse ecocomunista porque no temía a las palabras ni se sentía derrotado en el lenguaje de la razón y de la historia.

sábado, 15 de noviembre de 2008

MSL autor d'un guió de cine l'any 1949: "Montseny"

El 12 d'agost de 1949, LA VANGUARDIA ESPAÑOLA publicava la notícia següent:
Fallo del Concurso de guiones del Cine-Club Universitario

Reunido el jurado calificador del I Concurso de guiones amateur convocado por el «Cine-Club Universitario», del S. E. U. de Barcelona, y tras la consiguiente deliberación, se dictaminó el siguiente fallo:

Primer premio de 1.000 pesetas al guión titulado «Marina», original de don Antonio Freixés Cortés; accésit de 250 pesetas el guión titulado «Montseny», original de don Manuel Sacristán Luzón; además, por sus méritos, se recomendó la filmación de los siguientes guiones: «Ironía azul», de don Ramón Serra Junyent; «Evocación», de don Tomás Abad Melgar; «Motor», de don Antonio Freixas Cortés.

El Jurado calificador estaba compuesto por los siguientes señores: don Domingo Giménez, de la Sección de Cine Amateur del «Centro Excursionista de Cataluña»;don Lorenzo Llobet-Gracia, de «Los Amigos del Cinema», de Sabadell; don Juan Francisco de Lasa, de la crítica cinematográfica de la Prensa local; don Rafael J. Salvia, guionista profesional; don José María Castellet, del «Cine-Club Universitario», y don José María Picó Junqueras, que actuó, además, de secretario.
LA VANGUARDIA ESPAÑOLA, 12/08/1949

miércoles, 15 de octubre de 2008

MIAL, Xuan. La ausencia de Sacristán

EL PAÍS, Cartas al director, 10-09-1985

FARÍAS, Víctor. Ressenya de Las ideas gnoseológicas de Heidegger

EL PAÍS. Babelia, 10-06-1995. Pàgina 15

BORRÁS, María Rosa. Ressenya de Panfletos y materiales II. Papeles de filosofía

EL PAÍS, 19-08-1984. Libros, pàgina 5.

SEMPERE, Joaquin. Sobre la cultura de Manuel Sacristán




T.E. Trabajadores de la Enseñanza. Edita Federación de Enseñanza de CC.OO. Segunda época. Núm. 22, octubre 1985. Pàgines 8 i 9.


PARDO, Javier. Reflexiones de Manuel Sacristán sobre problemas de la enseñanza



T.E. Trabajadores de la Enseñanza. Edita Federación de Enseñanza de CC.OO. Segunda época. Núm. 22, octubre 1985. Pàgines 7 i 8.

MSL. La situación política y ecológica en España


BIEN Boletín de Información sobre Energia Nuclear. Edita: Comité Antinuclear de Catalunya. Número 15, març-abril 1981. Pàgines 17 i 18.

MSL. Libertad y privaticidad


Butlletí del Col·legi Oficial de Doctors i Llicenciats en Filosofia i Lletres i en Ciències del D.U. de Catalunya i Balears. Núm. 8. Maig-Juny 1973. Pàgines 8 i 9.

MSL Las centrales nucleares y el desarrollo capitalista.









Club de Debats. Recull de les conferències pronunciades en el Club de Debats de Santa Coloma de Gramenet durant el curs 1980-1981. Transcripció dels textos Tomàs Roman. Pàgines 46-50.



domingo, 12 de octubre de 2008

Sobre MSL



La postguerra condicionà les possibilitats d'un pensament filosòfic. La figura més eminent de l'oposició intel·lectual a la dictadura fou Manuel Sacristán (Madrid, 1925-Barcelona, 1985). Estudià dret i filosofia a Barcelona i lògica, amb Scholz, a Münster. De 1956 a 1965 ensenyà lògica i epistemologia a la Universitat de Barcelona. Col·laborà en l'edició de la revista Laye i els anys 70 fundà les revistes Materiales i Mientras tanto. La seva filosofia s'insereix en el marxisme crític (proper a la filosofia analítica), i intenta una síntesi amb el pensament ecologista, feminista i pacifista. Va ser un dels primers a ressaltar la transcendència filosòfica dels problemes ecològics. Personalitat socràtica, exercí molta influència en la vida cultural i política catalana i va contribuir a la difusió dels principals corrents filosòfics d'inspiració científica.

sábado, 11 de octubre de 2008

Relació de les persones contribuïdores en l'aparició de Mientras tanto

Mientras tanto, núm. 1, novembre-desembre 1979, pàgina 114.

Norbert Bilbeny. Filosofia contemporània a Catalunya. Edhasa. Barcelona, 1985. Capítol VI: Manuel Sacristán, Filosofia del marxisme



Pàgina 123

Pàgines 124-125

Pàgines 126-127


Pàgines 128-129


Pàgines 130-131

Pàgines 132-133

Pàgines 134-135

Pàgines 136-137

Pàgines 138-139




jueves, 9 de octubre de 2008

CITA


Amb el predomini, sempre creixent, de la població urbana, a la qual acumula en grans centres, la producció capitalista concentra, per una banda, la força motora històrica de la societat, però, per altra banda, dificulta l'intercanvi entre l'ésser humà i la naturalesa, és a dir, el retorn a la terra dels elements del sòl gastats per l'home en la forma de mitjans d'alimentació i de vestit, és a dir, pertorba l'eterna condició natural d'una fecunditat duradora de la terra. Amb això la producció capitalista destrueix al mateix temps la salut física dels treballadors urbans i la vida mental dels treballadors rurals, Però alhora, per la destrucció de les condicions d'origen purament espontani d'aquell intercanvi, obliga a produir aquest sistemàticament com a llei reguladora de la producció social i en una forma adient al ple desenvolupament humà. En l’agricultura, igual que en la manufactura, la transformació capitalista del procés de producció apareix sempre com a martirologi dels productors, el mitjà de treball com a mitjà de submissió, d’explotació i d’empobriment del treballador, la combinació social dels processos de treball com a opressió organitzada de la vitalitat, la llibertat i l’autonomia individuals dels treballadors. La dispersió dels treballadors rurals per grans superfícies trenca al mateix temps la seva capacitat de resistència, mentre que la concentració augmenta la dels treballadors urbans. A l’igual que en la indústria urbana, en l’agricultura moderna l’augment de la força productiva i la major fluïdesa del treball es compra al preu de la devastació i l’extenuació de la mateixa força de treball. I tot progrés de l’agricultura capitalista és un progrés no només de l’art de depredar el treballador, sinó també i al mateix temps de l’art de depredar la terra; tot progrés en l’augment de la seva fecunditat per a un termini determinat és al mateix temps un progrés en la ruïna de les fonts duradores d’aquesta fecunditat. Quant més part un país de la gran indústria com a rerafons de la seva evolució —com els Estats Units d’Amèrica, per exemple—, tant més ràpid és aquest procés de destrucció. Per això la producció capitalista no desenvolupa la tècnica i la combinació del procés social de producció més que minant al mateix temps les fonts de les quals sorgeix tota riquesa: la terra i el treballador.

Karl Marx, El capital, llibre I (1867), cap. XIII.

(Cita Mientras tanto, número 6, 1981)